Aquí publicaré temas de psicoanálisis, cine, literatura. Algo de lo que veo y leo en nuestra ciudad
















domingo, 25 de noviembre de 2012

Rehacer la vida



Rehacer la vida

“Quiero rehacer mi vida” es una expresión que escuchamos muchas veces, sobre todo cuando las personas hablan de la separación de una pareja. Es una expresión curiosa, porque rehacer, volver a hacer... ¿lo mismo?... ¡si es aquello que acaba de fracasar! Generalmente, la fantasía atribuye el fracaso a la pareja. Aunque se digan cosas del tipo: seguramente la culpa es de los dos... hay una implícita creencia de que si se hubiera tenido otra pareja, las cosas hubieran sido distintas... Y es verdad: si nos hubiéramos casado, o “juntado” con otro, u otra, las cosas hubieran sido diferentes.... Pero eso no pasó. Así que no sabemos que hubiera pasado si... Lo cierto es que elegimos a esa persona y ahora.... creemos que hay que esperar a separarse para hacer otra vida. Y en lugar de pensar que esa otra vida podemos hacerla desde ya... esperamos, esperamos. 

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Hablando con la pareja


Hablando con la pareja.
 "Yo había pensado que nuestra relación no iba bien. Es más. Había decidido que ese día hablaríamos. Tenía muchas cosas pensadas para decir. Pero se me adelantó. No me dejó ni hablar. No podía escuchar lo que me decía.   Sólo que las cosas no estaban saliendo como pensaba".
Esta es una situación bastante común, más allá de la anécdota: alguien nos habla y esperamos que acabe, para decir "lo nuestro", lo que ya teníamos decidido antes de que el otro comenzara a hablar... Así que podemos preguntar: ¿qué clase de conversación es esa? En el ejemplo, la persona se sale del guion, dice algo inesperado: tenemos que dejarlo. Y el interlocutor no puede reaccionar. Porque si somos capaces de reconocer que no escuchamos, veremos a continuación que no sólo no escuchamos al otro, sino que ponemos la cara y estamos esperando nuestro turno, repasando nuestras ideas, en la seguridad de que ya sabemos lo que va a decir.