Aquí publicaré temas de psicoanálisis, cine, literatura. Algo de lo que veo y leo en nuestra ciudad
















jueves, 28 de octubre de 2010

Terapia de parejas.El engaño

- Vengo porque estoy muy mal. Bueno, estuve peor. Ahora estoy mejor. Tengo trabajo, eso me hizo muy bien. Estuve tan mal que me quería morir. Un tiempo bebí, engordé... Lo que me pasó es que hace un año y medio me enteré de que mi pareja me engañaba...
- ...
- Un día mi novio volvió del trabajo y como siempre, se metió en la ducha. Yo estaba en el salón, y vi su móvil encima de la mesa y me puse a jugar
- ¿A jugar?
- Bueno, a mirar los mensajes. Y encontré unos a una chica, bastante...
- ...
- Cariñosos. Él negó todo. Bueno, no negó los mensajes, me contó una historia de que eran de un amigo, que usaba el móvil.
- ¿Y tú acostumbrabas a hacer...?
- No, nunca. Nunca. (Se queda en silencio). Ya sé lo que me va a decir: que si nunca lo hacía por qué lo hice, que tendría alguna sospecha.
- Lo has dicho tú...
- Sí, claro. Desde entonces discutimos, pensé irme de casa, pero... Y no me apetece hacer el amor...y no me lo quito de la cabeza. Mi amiga, la que me dijo que viniera, me dijo que por qué no hacíamos terapia de pareja...
- ¿Y tú qué dices?
- ¿Para qué? Si yo ya le digo todo lo que pienso, no me corto. Le insulto, le digo que lo rompió todo.
- Pero no sabes lo que él tiene para decir...
- Lo que pasa es que empecé a pensar en hacerle lo mismo. Porque claro, hasta ahora, yo no había pensado nunca qué él pudiera estar con otra. Y yo tampoco.
- ¿Y ahora?
- Es que hay un chico en el trabajo que siempre me dice tonterías. Yo creía que lo eran, porque sabe que tengo pareja. Pero lo empecé a mirar...
- ¿Qué temes?
- No sé. No sé si lo quiero arreglar, si quiero...
- Si serías capaz.
- Eso.
- ¿Eso?
- Que ahora sólo pienso en estar con ese chico. Y claro, supongo que si hacemos terapia los dos... tendría que decirlo.
- Bueno, vemos.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Escribit


Hoy ha sido el primer encuentro de Escribit. II Jornadas de Literatura y Nuevas tecnologías, organizadas por la Asociación Aragonesa de Escritores. (página web y FB) Me sugirió algunas reflexiones. Fernando R. Ortega (el creador de publicatulibro.com y especialista en edición digital) está acostumbrado a disertar y comienza diciendo que desde que el comienzo de la comunicación, el ser humano permanece igual. Ha cambiado el entorno. De acuerdo. Ha cambiado la tecnología, nada menos, pero nada más. Defiende que el soporte da igual. Es un tema de costumbre, leer en pantallas o en papel. Si uno quiere leer. Esa discusión ya está superada. Lo que me interesa es cuando se desliza al hecho de que no se lee como antes. Él ya no puede leer dos horas seguidas un libro. No puede con "lo lineal". Eso ya no tiene que ver con el soporte, ni con el hecho de que la red hace posible el acceso a innumerables creaciones, gratuitamente. ¿Qué significa leer "fragmentariamente"? En primer lugar lo dice alguien que estudió derecho. Como mínimo, él ya leyó "linealmente". Pero alguien que comienza ahora... ¿qué hacemos? Le troceamos Guerra y Paz en.... trozos de no más de una página, hacemos resúmenes... Sé que como se está viendo que los niños no son capaces de atender mucho rato, se elaboran contenidos por el equivalente (estudiado) del tiempo del zapping. A esa velocidad, pocos pueden atrapar conceptos de cierta complejidad. Muchas palabras se reducen a unas pocas. Las palabras son reemplazadas por emoticonos, por signos :!!!!!!!!!!!!!!!!!! que expresan múltiples sensaciones y/o sentimientos. Y una cosa es un e-book. ¿Se imaginan Guerra y Paz en el móvil? Ya sé, es que quiera leerlo, se sentará con el e-book o el papel... ¿Lo creen? Creo que la cosa es muy seria. Quizás, esta vez, tenemos una herramienta tecnológica que nos modificará. La capacidad simbólica. Digo. Asomaros a los textos de los jóvenes en twitter o en fb. Y seguimos hablando.

lunes, 18 de octubre de 2010

Doblaje de películas

Hace unos días, nuestro ministro de educación, Ángel Gabilondo, efectuó unas declaraciones en las que relacionaba la tradicional dificultad de los españoles para aprender lenguas extranjeras con la costumbre de doblar, tanto películas como series.
No creo que sea necesario decir que me inclino por las películas en versión original, ni tampoco por qué. Lo que me parece interesante es reflexionar acerca de dos argumentos a favor del doblaje:
En primer lugar, se dieron por aludidos los exhibidores,(con razón) que por boca de alguien de su asociación dijo: "no hay demanda".
Es verdad. No hay demanda. La gente no quiere ver las películas en V.O. Pero una de las características (por no decir "esencia") del capitalismo es crear demanda cuando no la hay. La publicidad es un ejemplo. ¿O alguien piensa que había demanda de Coca-Cola? Que por cierto, y no es por dar ideas, se regalaba al principio...
Y el crítico cinematográfico Carlos Boyero, hábil para proporcionar titulares, dijo que él va al cine para entretenerse, y no para aprender idiomas...
Nadie aprende idiomas en el cine. Pero todos conocemos campañas para acercar a niños y jóvenes a la música clásica, para iniciarles en la comida sana o lo que sea. Se trata, simplemente, de iniciarse en la escucha de otras lenguas.
Es decir, el tema del doblaje no es ninguna tontería de cinéfilos. Es un tema de educación. Es decir, de futuro.

lunes, 11 de octubre de 2010

Terapia de parejas. Jorge y Elena I.

- Buenas tardes. Soy Elena. Llamé el otro día para pedir hora.
- Sí, pase. Buenas tardes.Soy Mónica, encantada.
Y detrás de la cabeza de la mujer aparece un hombre, que no dice nada.
- Este es mi marido, Jorge, no quería venir...
Pasan y se sientan.
...
- Yo ya había llamado a otros sitios, pero él nunca quería venir.
- Ahora ha venido.
- Sí, pero no quería. Él dice que la que tiene problemas soy yo. Pero yo creo que es la pareja la que no va.
...
Me hace un resumen de su vida. Tienen cerca de 40 años. Hace 13 que se casaron, pero hace 17 que están juntos. Su situación económica es buena. Trabajo fijo, sueldos no muy altos pero entre los dos...
- O sea que...
- Quiero decir que si estamos juntos no es por no poder separarnos.
- ¿Y tienen algún motivo para seguir juntos?
Él sonríe, pero sigue sin decir nada.
- Hace un tiempo que viene más tarde del trabajo. Viene cansado, sólo cena y se va a dormir. Yo llego siempre a la misma hora, a las tres y...
-¿Y?
- Él dice que ahora, con la crisis, no es momento para ponerse estrictos con la hora, que han despedido gente y hay más trabajo...
Jorge suspira, como si estuviera por escuchar algo mil veces repetido.
- ¿Cuál cree que es el problema de su esposa?
Ella no le deja responder.
- Dice que soy muy celosa. Que creo que se ha liado con alguien.
...
- Es cierto que le miro el móvil...¡Pero no es verdad que le revise la ropa y la cartera!
- ¿Y?
- No encontré nada... Pero ya se sabe. Los mensajes se pueden borrar...
- Claro, es que si no, aparte de infiel, sería tonto.
Elena me miró. La había interrumpido.
- Bueno, si su marido ha sido infiel, tienen un problema. Si no lo ha sido, también.
Y no sabemos si quieren arreglarlo.
Jorge habló por primera vez.
- Esto quiere decir que hemos terminado por hoy ¿no? ¿Cuándo tenemos que volver?

sábado, 9 de octubre de 2010

Fiestas del Pilar

He creado este blog en el fin de semana, puente de las fiestas del Pilar.
Algunos huyen de la ciudad, algunos vuelven, otros piden, sencillamente, un poco de silencio. Me pareció oportuno recordar este texto de Octavio Paz, de un libro fantástico, para compartir y recuperar el espíritu de Fiesta

fiesta

…Inscrita en la órbita de lo sagrado, la fiesta es ante todo el advenimiento de lo insólito. La rigen reglas especiales, privativas, que la aíslan y hacen un día de excepción. Y con ellas se introduce una lógica, una moral, y hasta una economía que frecuentemente contradicen a las de todos los días. Todo ocurre en un mundo encantado: el tiempo es otro tiempo (situado en un pasado mítico o en una actualidad pura); el espacio en que se verifica cambia de aspecto, se desliga de, resto de la tierra, se engalana y convierte en un "sitio de fiesta" (en general se escogen lugares especiales o poco frecuentados); los personajes que intervienen abandonan su rasgo humano o social y se transforman en vivas, aunque efímeras, representaciones. Y todo pasa como si no fuera cierto, como en los sueños. Ocurra lo que ocurra, nuestras acciones poseen mayor ligereza, una gravedad distinta: asumen significaciones diversas y contraemos con ellas responsabilidades singulares. Nos aligeramos de nuestra carga de tiempo y razón.
En ciertas fiestas desaparece la noción misma de orden. El caos regresa y reina la licencia. Todo se permite: desaparecen las jerarquías habituales, las distinciones sociales, los sexos, las clases, los gremios. Los hombres se disfrazan de mujeres, los señores de esclavos, los pobres de ricos. Se ridiculiza al ejército, al clero, a la magistratura. Gobiernan los niños o los locos. Se cometen profanaciones rituales, sacrilegios obligatorios. El amor se vuelve promiscuo. A veces la fiesta se convierte en misa negra. Se violan reglamentos, hábitos, costumbres. El individuo respetable arroja su máscara de carne y la ropa obscura que lo aísla y, vestido de colorines, se esconde en una careta, que lo libera de sí mismo.
Así pues, la fiesta no es solamente un exceso, un desperdicio ritual de los bienes penosamente acumulados durante el año; también es una revuelta, una súbita inmersión en lo informe, en la vida pura. A través de la fiesta la sociedad se libera de las normas que se ha impuesto. Se burla de sus dioses, de sus principios y de sus leyes: se niega a sí misma.
La fiesta es una Revuelta, en el sentido literal de la palabra. En la confusión que engendra, la sociedad se disuelve, se ahoga, en tanto que organismo regido conforme a ciertas reglas y principios. Pero se ahoga en sí misma, en su caos o libertad original. Todo se comunica; se mezcla el bien con el mal, el día con la noche, lo santo con lo maldito. Todo cohabita, pierde forma, singularidad y vuelve al amasijo primordial. La fiesta es una operación cósmica: la experiencia del desorden, la reunión de los elementos y principios contrarios para provocar el renacimiento de la vida. La muerte ritual suscita el renacer; el vómito, el apetito; la orgía, estéril en sí misma, la fecundidad de las madres o de la tierra. La fiesta es un regreso a un estado remoto o indiferenciado, prenatal o presocial, por decirlo así. Regreso que es también un comienzo, según quiere la dialéctica inherente a los hechos sociales.
El grupo sale purificado de ese baño de caos. Se ha sumergido en sí, en la entraña misma de donde salió. Dicho de otro modo, la fiesta niega a la sociedad en tanto que conjunto orgánico de formas y principios diferenciados, pero la afirma en cuanto fuente de energía y creación. Es una verdadera re-creación, al contrario de lo que ocurre con las vacaciones modernas, que no entrañan rito o ceremonia alguna, individuales y estériles como el mundo que las ha inventado.
La sociedad comulga consigo misma en la fiesta. Todos sus miembros vuelven a la confusión y libertad originales. La estructura social se deshace y se crean nuevas formas de relación, reglas inesperadas, jerarquías caprichosas. En el desorden general, cada quién se abandona y atraviesa por situaciones y lugares que habitualmente le estaban vedados. Las fronteras entre espectadores y actores, entre oficiantes y asistentes, se borran. Todos forman parte de la fiesta, todos se disuelven en su torbellino. Cualquiera que sea su índole, su carácter, su significado, la fiesta es participación. Este rasgo la distingue finalmente de otros fenómenos y ceremonias: laica o religiosa, orgía o saturnal, la fiesta es un hecho social basado en la activa participación de los asistentes.
Octavio Paz. “Todos Santos, Día de muertos”.
El laberinto de la soledad. 1950